December 03, 2008

tampoco.

no es cuestión de coincidencias, tampoco de causalidades. es parte de todo este revoltijo de estambre que tengo en el cajón superior, junto a tu cajón de recuerdos; se mezclaron tantos colores, formando un tejido multicolor amorfo.
fue entonces cuando quise entender por qué extendiste tu mano de esa manera o de la otra
y por qué a veces me ves diferente o me hablas bajito para acercarte más. pero no supe descifrarlo tan bien y se me enredo más el estambre mientras sentía tan cerca el olor de tu cabello. sentí que de pronto podía encontrarle esquinas a los círculos. tú sabes, ese complejo del romántico, de encontrar casualidades (no causalidades como ya mencioné) en cosas comunes. entonces tuve que desenredar todo y moverme un poco porque tu olor me estaba llenando completas las fosas nasales y se me iba a meter en la cabeza, y bueno, uno sabe que cuando el olor de alguien se te mete en la cabeza entonces es difícil extraerlo porque viaja placenteramente junto con los neurotransmisores y manda señales a todo el cuerpo, causando reacciones anormales ante estas situaciones comunes convertidas en casualidades.
vale la pena mencionar también, que sería mucho más fácil escuchar directamente de tu boca por qué crees que se me enredó el estambre y también porque me dio tanto sueño cuando regresábamos. pero bueno, eso en todo caso, es meramente opcional porque no creo que sepas el por qué de mis porques.

1 comment:

. said...

gracias, que bueno.


y yo si quiero saber el porque.