el cabello se transformó en una sopa de letras y no lo pude desenredar. nunca fuí tan buena con los juegos de palabras, a pesar de sentirme parte de uno. mis dedos nunca fueron suficientes para peinar esas palabras y no tuve dinero para un peine o una pluma, quizá una buena eduación. porque nunca tuve la convicción para resolver el juego, de entender la razón por la cuál la sopa de letras a aveces tenía fideos o estrellas. jugué y perdí. soy buen perdedora, ya no me da miedo no estar en el estrado.
1 comment:
the next night we ate whale
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